martes, 8 de junio de 2021

PUBLICADA LA NUEVA LEY CONTRA LA VIOLENCIA A LA INFANCIA Y LA ADOLESCENCIA

La Ley Orgánica de protección integral a la infancia y la adolescencia frente a la violencia ha sido publicada en el BOE, tras su aprobación en el Congreso de los Diputados, por mayoría absoluta, el pasado 20 mayo de 2021.

La nueva norma legislativa entrará en vigor en un plazo de 20 días.

La ley es un texto pionero a nivel internacional y sitúa a España a la vanguardia de la protección de los derechos de la infancia y la adolescencia. En ella se establece un nuevo marco de protección frente a la vulneración de derechos que significa la violencia sobre la infancia y la adolescencia, se prioriza la prevención, se refuerzan las capacidades de los menores para su detección precoz y se fijan medidas de protección orientadas a evitar la victimización secundaria.

Importancia de la ley en salud mental

La mayoría de los problemas en salud mental suelen iniciarse en la infancia o adolescencia o tras sufrir un suceso traumático. El maltrato en la infancia es desencadenante de problemas de salud física, pero también de salud mental. 

El maltrato infantil causa alteraciones en la salud mental y física que perduran toda la vida. Por ello, intervenir para evitar estos abusos, impacta en la salud mental de las personas adultas.

El informe de UNICEF España Salud mental e infancia en el escenario de la COVID-19. Propuestas de UNICEF España 2020, indica que casi la mitad de los niños y niñas con problemas de salud mental los desarrolla hasta los 14 años, y el 1% de la población infantil en España tenía un problema de salud mental, según datos del Ministerio de Sanidad de 2017 en la Encuesta Nacional de Salud, ENSE, España 2017.

En el libro «Modelos de Locura» de John Read (2004), el autor enfatiza sobre la importancia de lo social en los orígenes de los trastornos mentales y afirma que, entre las causas sociales, destacan sobre las demás los abusos físicos y sexuales. 

En Mullen et al. (1993) British Journal of Psychiatry, explican las tasas de intento de suicidio en relación con el abuso sexual y el tipo de abuso sexual. A través de una encuesta a mujeres neozelandesas, encontraron que aquellas que habían sufrido abusos sexuales en la infancia tenían 20 veces más probabilidades de intento de suicidio que mujeres que no habían sido abusadas, y las que habían sido abusadas con penetración tenían 74 veces más probabilidades de intento de suicidio.

En Read et al. (2001) Professional Psychology: Research and Practice, exponen el abuso en la infancia como el mejor indicador de la intencionalidad suicida en doscientos pacientes adultos: haber sufrido abuso en la infancia predice mejor el riesgo de suicidio que tener diagnóstico de depresión.

Con esta nueva Ley se inicia un cambio en la protección de la infancia.


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