En la sociedad existen muchos estereotipos negativos asociados a las personas con problemas de salud mental.
Estas falsas creencias, alejadas
de la realidad y sin fundamento científico, contribuyen a la estigmatización de
los trastornos mentales. Como consecuencia de ello, las personas que los
padecen sufren discriminación, de forma que se dificulta su recuperación y se
agrava su padecimiento. Algunas, incluso, esconden que han sido diagnosticadas
por miedo al rechazo.
Con el objetivo de poner fin a
estas opiniones erróneas, en la Asociación Psiquiatría y Vida ponemos en marcha
la campaña “Desmitificando la Salud Mental”.
Desde el 10 de septiembre y hasta el 10 de octubre, Día Mundial de la Salud Mental, iremos desmintiendo 12 mitos creados en torno a las enfermedades mentales para luchar contra los estigmas, la discriminación de las personas que las sufren y contribuir a que hablemos de salud mental con normalidad.
MITO 1
- Las personas que padecen problemas de salud mental son violentas, peligrosas e imprevisibles.
REALIDAD
- Ser una persona agresiva, violenta, peligrosa e imprevisible son rasgos de la personalidad y no tiene que ver con tener un problema de salud mental o no.
La creencia generalizada de
que los problemas de salud mental están relacionados con la violencia no tiene
base científica alguna. Menos de un 5% de las personas con problemas de salud
mental comete un acto delictivo alguna vez en su vida. De hecho, las personas
que padecen enfermedades mentales son 10 veces más propensas a ser víctimas de
delitos violentos en comparación con el resto de la población.
MITO 2
- No existe forma de ayudar a una persona que padece un problema de salud mental. Jamás se recuperará completamente.
REALIDAD
- Numerosos estudios avalan que las personas con problemas de salud mental mejoran su calidad de vida mediante farmacoterapia o psicoterapia, incluso, en ocasiones, se recuperarán por completo (por ejemplo: enfermedad mental transitoria)
Desde la empatía, la escucha
activa y la falta de prejuicios se puede ayudar a una persona con un problema de salud mental. Con tratamiento psicológico, psiquiátrico o con el apoyo de
asociaciones, las personas con trastornos mentales pueden generar un gran cambio.
MITO 3
- Los problemas de salud mental se manifiestan en personas con un carácter débil o con defectos de la personalidad.
REALIDAD
- Los problemas de salud metal no tienen nada que ver con ser perezoso o débil, sino que son causados por una confluencia de factores. Entre ellos destacan:
I. Factores biológicos, como genes, enfermedades físicas, lesiones o la química del cerebro.
II. Experiencias de vida, como traumas o antecedentes de abuso.
III. Historial familiar de problemas de salud mental
Algunos problemas de salud mental tienen componentes de origen genético, como la esquizofrenia, pero otros están
condicionados por situaciones ambientales como problemas laborales, familiares,
una enfermedad… Por eso afectan a todo tipo de personas sin importar su sexo,
edad, raza…
MITO 4
- Los niños no pueden sufrir problemas de salud mental.
REALIDAD
- La mitad de los trastornos de salud mental presentan síntomas antes de que una persona cumpla 14 años. Los niños pequeños pueden exhibir señales que adviertan sobre un problema de salud mental. Más del 80% de la población infantil y adolescente que padece algún tipo de trastorno sufre infradiagnóstico y recibe explicaciones asociadas a la edad a problemas que podrían tratarse médicamente (no se relaciona en clase porque es muy tímido, no habla porque le cuesta coger confianza, llora porque es miedoso…).
La detección precoz puede ayudar a los menores antes de que los problemas interfieran con otras necesidades de desarrollo. Un adecuado seguimiento en la consulta del pediatra y una buena comunicación con sus profesores es clave para abordar estos problemas en sus etapas más tempranas.
MITO 5
- Los problemas de salud mental son enfermedades aisladas. Casi nadie las padece.
REALIDAD
- Los problemas de salud mental pueden afectar a cualquiera. No entienden de edad, sexo, nacionalidad, posición económica... La Organización Mundial de la Salud (OMS), estima que 1 de cada 4 personas sufrirá un problema de salud mental en algún momento de su vida.
En el caso de España, un 40% de
estas patologías se consideran crónicas. La depresión y la ansiedad son dos de
los problemas de salud mental más frecuentes y afectan hasta un 15% de personas
en nuestro país.

MITO 6
- Las personas con problemas de salud mental no pueden disfrutar de una vida plena.
REALIDAD
- Las personas con problemas de salud mental son personas como cualquier otra: estudian, trabajan, tienen familia, hijos, amigos, ejercen sus derechos y obligaciones como ciudadanos. Los problemas de salud mental no suponen ningún impedimento para poder llevar una vida normalizada y estar plenamente integrado en la sociedad.
Pueden tener una vida plena como cualquier otra persona. Lo más adecuado es que la persona reciba un tratamiento desde un enfoque integral y pueda combinar tratamiento farmacológico, medidas de rehabilitación socio-laborales y apoyos psicológicos y familiares que favorezcan su autonomía personal y una vida independiente.
MITO 7
- Las personas con problemas de salud mental no pueden convivir con los demás.
REALIDAD
- Las personas que padecen un problema de salud mental pueden convivir perfectamente en sociedad si tienen los apoyos y recursos necesarios para hacer una vida independiente y autónoma.
Disponer de una buena red social: profesional, familiar, de amistades, de pareja… predice una mejor evolución y es un factor protector frente a recaídas.
MITO 8
- Los problemas de salud mental causan discapacidad intelectual.
REALIDAD
- La discapacidad intelectual y los problemas de salud mental no tienen por qué ir asociadas. Un problema de salud mental no causa una discapacidad intelectual. Son dos cosas diferentes. Una persona que presenta un problema de salud mental no tiene por qué ver mermadas sus capacidades cognitivas o destrezas.
Los problemas de salud mental están relacionados con problemas emocionales o conductuales, pero no con un bajo funcionamiento intelectual. Y un bajo funcionamiento intelectual no tiene por qué llevar asociado problemas emocionales o conductuales.
Pese a poder coexistir, los problemas de salud mental y la discapacidad intelectual son dos condiciones separadas que requieren tipos muy distintos de intervención.
MITO 9
- Los problemas de salud mental son de origen puramente biológico o genético.
REALIDAD
- Todas las personas tenemos probabilidades de sufrir un problema de salud mental, al igual que ocurre con muchos otros tipos de problemas de salud. De hecho, una de cada cuatro personas puede tener un problema de salud mental a lo largo de la vida.
Aunque teóricamente pueda haber
personas con más predisposición que otras a tenerlos, debido a factores
biológicos o genéticos, las distintas situaciones vitales también pueden
llevarnos a padecer un problema de salud mental. Además, los factores
ambientales afectan de forma determinante en la aparición de trastornos
mentales, con lo que todos estamos expuestos a ello. El Covid-19 es un ejemplo
de ello.
MITO 10
- Las personas con problemas de salud mental están mejor en un hospital psiquiátrico.
REALIDAD
- En la actualidad, salvo algunas excepciones, los hospitales de salud mental son entendidos como espacios de contención temporal para episodios agudos. Un ingreso hospitalario solo es necesario, en muchas ocasiones, de manera puntual, como en cualquier enfermedad física.
Las personas que son atendidas en
convivencia social presentan una mejor evolución y más sostenida en el tiempo.
El tratamiento comunitario se ha demostrado como un tratamiento eficaz.
MITO 11
- Se puede controlar un trastorno psiquiátrico mediante fuerza de voluntad.
REALIDAD
- Para su curación o mejoría, las personas con un problema de salud mental necesitan tratamientos (farmacológicos, psicológicos, rehabilitadores y sociales) que se ajusten a sus características personales y que sean mantenidos durante todo el tiempo que sea necesario.
Los tratamientos deben ser
distintos según el tipo de enfermedad, y se deben diseñar intervenciones
personalizadas para cada caso. Se tienen que combinar el tratamiento
farmacológico con medidas de rehabilitación socio-laboral, psicoterapias y
apoyo familiar. El apoyo psicoterapéutico es fundamental para afrontar los
efectos de la enfermedad en su vida social, familiar y profesional.
MITO 12
- Es imposible prevenir un problema de salud mental.
REALIDAD
- Los problemas de salud mental sí se pueden prevenir. Para todos ellos se han detectado factores de riesgo que, si se reducen, disminuye la incidencia. En personas con alto riesgo genético es posible mediante la administración de fármacos en el embarazo o en los primeros años de vida para evitar que surja la psicopatología.
Está demostrado que las medidas
preventivas son efectivas a medio y largo plazo en la incidencia de los
problemas de salud mental.
Hay que tener en cuenta que, al
igual que hay una ventana terapéutica para tratar el infarto de miocardio, lo
hay para las intervenciones preventivas en salud mental. El desarrollo del
control emocional, las relaciones sociales y la confianza son fundamentales en
la prevención de los problemas de salud mental.
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