SALUD MENTAL ESPAÑA exige a los medios que rectifiquen las informaciones que atribuyen la esquizofrenia como causa del caso de Reyes Maroto.
Desde la Asociación Psiquiatría y Vida nos sumamos a esta denuncia.
Tras la identificación por parte de la Policía de la persona que ha enviado una carta amenazadora a la ministra de Turismo, Comercio e Industria, Reyes Maroto, los medios de comunicación se han echo eco del problema de salud mental que padece la persona responsable, y han atribuido la esquizofrenia al acto violento.
SALUD MENTAL ESPAÑA denuncia la irresponsabilidad de algunos medios y muestra su rechazo ante el tratamiento mediático que, desde ayer, están realizando acerca de este caso. “Este tipo de informaciones, que se basan en prejuicios y estereotipos, fomentan la discriminación y el odio hacia colectivos maltratados y vulnerables ya de por sí”, afirma el presidente de la Confederación, Nel González Zapico.
La creencia generalizada de que los problemas de salud mental están relacionados con la violencia no tiene base científica alguna.
Menos de un 5% de las personas con problemas de salud mental comete un acto delictivo alguna vez en su vida. De hecho, están más expuestas a ser víctimas de delitos violentos que a cometerlos.
En muchas ocasiones se confunden las causas reales de una agresión o conducta violenta relegándola a un problema psiquiátrico, cuando puede deberse a problemas socioeconómicos, consumo de drogas, violencia de género, educacionales, etc. Una conducta violenta no puede justificarse a causa de un problema de salud mental, ya que muy pocas veces existe una sola razón que explique un comportamiento de este tipo.
Informar sin estigmas
Tratar las informaciones de forma respetuosa y libre de estigmas es posible. Algunas claves son:
- No vincular de forma automática la violencia con los problemas de salud mental.
- Entender y reflejar que las personas, sanas o enfermas, son ante todo personas y que todo individuo tiene múltiples facetas (labora, personal, familiar, etc).
- Evitar etiquetar a las personas sustantivando su condición: ‘un esquizofrénico’, ‘un depresivo’, ‘una anoréxica’, etc. El hecho de emplear este lenguaje contribuye al estigma ya que reduce a la persona a una única característica: su trastorno mental, cuando se trata de una circunstancia más de su vida.
Desde la Confederación se insta a los periodistas a seguir las recomendaciones de la Guía de Estilo sobre Salud Mental para Medios de Comunicación en la que se ofrecen recomendaciones para tratar la salud mental de forma adecuada y sin estigmas.
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