jueves, 29 de julio de 2021

LA IMPORTANCIA DE LA SALUD MENTAL EN LOS DEPORTES DE ÉLITE

La retirada de la competición por equipos y de la final individual de los JJOO de Tokio de la gimnasta Simone Biles, ha puesto en primera línea la importancia de la salud mental en el deporte de élite.

"Tenemos que proteger nuestra mente y nuestro cuerpo y no limitarnos a hacer lo que el mundo quiere que hagamos. Ya no confío tanto en mí misma. Tal vez sea por hacerme mayor. Hubo un par de días en los que todo el mundo te tuiteaba y sentías el peso del mundo. No somos sólo atletas. Somos personas al fin y al cabo y a veces hay que dar un paso atrás", afirmó Biles.

La salud mental en el mundo del deporte es un tema tabú que, poco a poco, parece ir desapareciendo.

El escaso tiempo libre, la presión de la alta competición, el miedo al fracaso o los insultos de los aficionados desde las gradas afectan gravemente a la salud mental de los deportistas. No son muchos los que se atreven a dar un primer paso y contar su experiencia. Simone Biles ha sido la última en alzar la voz para poner de manifiesto la importancia de cuidar de nuestra salud mental

Pero su caso no ha sido el único.

Uno de los primeros deportistas en hacer públicos sus problemas de salud mental fue el jugador de la NBA, Kevin Love, que estuvo un tiempo ingresado en un hospital a causa de sus ataques de ansiedad y pánico. Lo desveló él mismo, en un artículo publicado en The Player’s Tribune, donde señalaba que:

“La salud mental es algo invisible, pero nos atañe a todos de una manera u otra. Es parte de la vida."

La tenista japonesa Naomi Osaka, número 2 del mundo, anunciaba el pasado 31 de mayo que se retiraba de Roland Garros "para su bienestar y para que todo el mundo pueda centrarse de nuevo en el tenis", después de haber sido sancionada con 15.000 dólares de multa por no acudir a una rueda de prensa durante el torneo. Osaka explicó que sufría episodios de depresión desde el Abierto de Estados Unidos de 2018 y que enfrentarse a los medios de comunicación dañaba su salud mental, por eso no participó en la rueda de prensa. 

El ciclista neerlandés Tom Dumoulin, vencedor del Giro de Italia de 2017 y segundo en el Tour de Francia de 2018, también comunicó el pasado 23 de enero su intención de poner un paréntesis en su carrera y tomarse un "tiempo para reflexionar", apuntando al peso de la presión del público y mediática, "más difícil de administrar" de lo que esperaba.

Michael Phelps, el nadador con más medallas de oro, 23, en la historia de los Juegos Olímpicos, ha explicado que la pandemia agravó sus problemas de depresión y que su peor fase la vivió tras los Juegos de 2012: 

“No quería nada más, ni siquiera quería vivir más. Entonces pensamos en el suicidio. Nunca he estado tan mal. He estado encerrado durante tres o cinco días sin comer, apenas durmiendo, sin ganas de vivir”.

Dentro del deporte español, el jugador de baloncesto Álex Abrines ha contado cómo le afectó la depresión que sufrió y que le llevó a abandonar el baloncesto profesional cuando jugaba con Oklahoma City en la NBA en 2019:

"No quería salir de la cama. Hablé con profesionales. Me ayudaron, pero no era suficiente. Estaba con la misma rutina, entrenando y jugando todo el tiempo, y me iba peor cada día. Después de eso supe que no podía mejorar si no dejaba el equipo para trabajar en mi salud mental y salir de esa situación”.

Iniesta y Paula Badosa son otros deportistas que también han contado que han sufrido periodos de depresión.

Abrines pide una mayor presencia de psicólogos y especialista en salud mental en los equipos.

En este sentido, y tras el caso de Biles, el COI (Comité Olímpico Internacional) ha señalado que, aunque trabajan en la salud mental de los atletas y cuentan con psicólogos y una línea de ayuda en 70 idiomas, pueden hacer más en este tema. 

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